Algunos pacientes no logran la pérdida de peso incluso con esfuerzos como dieta y ejercicio.
En nuestro video, tendrá la oportunidad de descubrir cómo es posible enfrentar el problema mediante la regulación del apetito, a través de la comunicación entre el intestino y el cerebro, y cómo el GLP-1, una hormona clave, desempeña un papel fundamental en esta regulación.
También conocerá cómo 2,4 mg de un análogo de GLP-1 ayuda a los pacientes a experimentar menos hambre, alcanzar la saciedad y perder peso de manera sostenida, con beneficios adicionales como mejoría en la presión arterial, colesterol, glucosa y funcionamiento físico.